抖阴社区

05. ? ──── GETTING READY

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Ni siquiera sabe por qué decidió que podía cenar con Carlisle Cullen esta noche. Podría haber sido cualquier otra noche, pero no, decidió que hoy estaría bien. Otra decisión impulsiva de la que ni siquiera podía arrepentirse.

Parte de ella está increíblemente emocionada porque, después de todo lo que pasó con su relación anterior, tiene una cita. Casi juró que nunca volvería a salir con nadie, que nunca más se involucraría en una relación y que pasaría el resto de su vida sola. Sin embargo, había algo en Carlisle que la hacía olvidar todo.

Thalia es observadora. Desde el momento en que chocó con Carlisle, supo qué tipo de hombre era. Su reacción al café derramado en su camisa lo decía todo: no se enojó, y cualquier otra persona le habría gritado por no tener cuidado. Su voz era suave y dulce, y en esos catorce minutos de conversación, no detectó ni una pizca de dureza en su tono.

Pero lo que más la sorprendió fue que Carlisle nunca la miró como lo hacían otros hombres, lo cual fue un alivio.

Carlisle Cullen la miraba como si fueran viejos conocidos, como si llevaran toda una vida juntos. La miraba con adoración, asombro y... anhelo. Y eso la confundió profundamente.

En el presente, Thalia Elie Bennet está nerviosa, emocionada, ansiosa y eufórica al mismo tiempo. Y esas emociones no se mezclan bien.

Revolviendo su armario en busca de qué ponerse, se da cuenta de que ni siquiera sabe si esta cena es una cita o simplemente un "lo siento por derramar café en tu camisa".

Así que decide llamar a alguien que definitivamente la ayudará: su abuela, Celia Cohen. Bendito sea quien inventó FaceTime.

—Thalia, cariño, ¿cómo estás? ¿Y por qué tu habitación está tan desordenada? —pregunta Celia, mirando el suelo cubierto de ropa limpia.

Thalia le sonríe con disculpa y toma el perchero con la ropa que había elegido antes.

—Tengo una cita y no sé qué ponerme.

Celia pone los ojos en blanco con diversión y responde:

—Muy bien, querida. ¿Y quién es el afortunado? ¿O afortunada? —pregunta arqueando las cejas con picardía.

Thalia ríe.

—Estoy bastante segura de que es un hombre. Y, para ser honesta, parece sacado de una película de lo guapo que es.

—¿Y quién es?

—Se llama Carlisle Cullen.

Celia sonríe ampliamente y se acomoda en la pantalla. Sus ojos brillan con lo que Thalia cree que es reconocimiento, pero decide ignorarlo y le cuenta cómo lo conoció y cómo, en un impulso, lo invitó a cenar.

—¿Debo ir con algo casual o formal? ¿Vestido o pantalón?

—Definitivamente vestido. Oh, deberías ponerte el vestido rojo que te compré.

—¿El de ocasiones especiales?

—Sí, ese sería perfecto para causar una gran primera impresión.

Thalia asiente y se dirige a su armario para buscar el vestido rojo. La emoción comienza a crecer en su pecho. Va al baño, se cambia y regresa para mostrárselo a su abuela.

Celia abre los ojos de par en par, cubre su boca con las manos y guarda silencio por un momento.

—¿Abuela? —pregunta Thalia, algo preocupada.

Celia sonríe y se limpia una lágrima.

—Oh, cariño... te ves exactamente como tu madre. Bueno, sin la mirada intimidante.

Thalia le devuelve la sonrisa con ternura. Lilith Cohen-Bennet era la única hija de Celia Cohen. Tras la muerte de Oliver Cohen a causa del cáncer, Celia se convirtió en madre y padre al mismo tiempo. Sin duda, extraña a su hija tanto como Thalia.

Después de despedirse y prometer llamarse al día siguiente para hablar sobre la cita, Thalia le envía un mensaje a Carlisle con la dirección de su apartamento. Él le responde que llegará en veinte minutos.

Cuando suena el timbre, Thalia abre la puerta y se queda sin palabras.

Carlisle Cullen luce increíblemente apuesto. Su cabello rubio está peinado hacia un lado, lleva una camisa de cuello azul claro con una bufanda gris claro envuelta holgadamente alrededor del cuello y unos jeans oscuros. Es un atuendo casual, pero aun así se ve impresionante.

Carlisle también parece estar hipnotizado. Su mirada recorre el vestido rojo de hombros descubiertos de Thalia, que llega justo debajo de sus rodillas. Lleva tacones beige a juego con su bolso clásico acolchado del mismo color y un cárdigan negro doblado a un lado.

—¿Lista para irnos? —pregunta Carlisle con adoración en su mirada.

Thalia solo asiente, sale y cierra la puerta de su apartamento. Mientras caminan hacia el auto de Carlisle, no puede evitar sentir que alguien la observa. Su pecho se llena de una sensación de inquietud y ansiedad.

Por primera vez desde que se mudó a Manhattan, se siente insegura de su entorno. Y si hay algo que ha aprendido con los años, es que cuando esa sensación aparece... algo está a punto de suceder.

Después de su llamada por FaceTime, Celia se siente feliz por su nieta. Finalmente tendrá la felicidad que merece. Thalia ha pasado por cosas que ninguna niña de doce años debería haber visto o experimentado.

Celia cree que ya era hora de que Carlisle Cullen hiciera su movimiento. De hecho, debería haberlo hecho antes. Pero no podía culparlo por no querer intervenir cuando Thalia estaba en una relación.

Aun así, hay algo que la inquieta desde hace una semana. Esa sensación de que algo no está bien, y ella siempre confía en su intuición.

Mañana llamará a Thalia para advertirle.

EUNOIA ? carlisle cullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora