𝐃𝐀𝐘 𝐎𝐍𝐄
Celia Cohen está sentada al lado de su nieta, acariciando suavemente las mejillas pálidas de Thalia. Suspira con alivio y dice:
—Me alegra que hayas decidido regresar. Sé que no responderás, pero hacer esto calma mi mente —murmura mientras cepilla con los dedos el cabello castaño de Thalia.
Frunce los labios, se inclina hacia ella y deposita un beso suave en su frente. Luego le susurra al oído:
—Estaré aquí cuando despiertes, lo prometo, mi amor.
Entonces se incorpora, le dedica una sonrisa a su nieta dormida, se da la vuelta y se encuentra con Carlisle. Le hace un gesto con la cabeza y se retira, dejándolo solo.
Carlisle se acerca al cuerpo inconsciente de Thalia y se sienta a los pies de la cama.
—Quizá el veneno no funcionó —comenta mientras gira la cabeza y observa a Alice y Rosalie paradas en la puerta.
Alice camina hacia él con gracia, coloca una mano en su hombro y fija la vista en Thalia.
—Lo he visto. Ella será una de los nuestros, Carlisle —afirma con una voz cargada de emoción y seguridad.
La pequeña vidente realmente está convencida de que Thalia superará la transición.
—Rosalie —la saluda Carlisle, observando de nuevo a Thalia—. Sé que estás en contra de que Thalia sea como nosotros.
Rosalie pone los ojos en blanco y sacude la cabeza.
—He tenido años para aceptar que Thalia será una de los nuestros. Al principio, cuando Alice nos dijo que una banshee de doce años sería el amor de tu vida y se convertiría en una de nosotros, me opuse. ¿Quién no lo haría? Pero manejaste bien la situación y esperaste hasta que fuera mayor de edad... aunque esperaste demasiado para conocerla —comenta mientras Carlisle suspira.
Él sabía exactamente a lo que se refería. Si tan solo hubiese tenido el valor de acercarse a Thalia antes de que Liam interviniera, los eventos pasados no habrían ocurrido. Pero ocurrieron. Y no hay nadie a quien culpar más que a Liam. Ahora está muerto, consumiéndose en los fuegos del infierno.
Rosalie observa a su "padre adoptivo" y suspira. No lo culpa ni lo odia por haber transformado a Thalia.
Ha pensado en qué habría hecho si los papeles estuvieran invertidos, si ella y su esposa estuvieran en el lugar de Carlisle y Thalia. No dudaría en salvar a su esposa y permitirle seguir con la transición, y sabe que su esposa diría lo mismo.
Eso es lo curioso del amor: harías cualquier cosa por esa persona. O en el caso de Carlisle, por mantenerla viva.
—Me alegra que la hayas transformado. Thalia... de alguna forma, ya ocupa un lugar en mi corazón. No sabría cómo afrontarlo si la pierdo —confiesa la rubia.
No quería decirlo en voz alta. Preferiría que esa confesión quedara solo para ella. No suele permitir que la gente se le acerque. Todos lo saben, especialmente su esposa. Pero en momentos como este, Carlisle necesita seguridad. Y ella se la dará gustosa.
De alguna manera, es su forma de mostrar gratitud hacia él. Después de todo, Carlisle fue quien la presentó con su esposa, y no puede evitar sentirse agradecida.
—Ella estará bien, Carlisle. Confía en mí —interviene Alice con una gran sonrisa en los labios.
—Confío en ti, Alice —responde Carlisle.
𝐃𝐀𝐘 𝐓𝐖𝐎
Edward observa a Thalia con el ceño fruncido. La mente de la morena está en silencio; no hay voces, ni susurros, nada... solo silencio.
Entonces recordó lo que Celia le había dicho: que sus ancestros estaban ayudando a Thalia con la transición. Esa fue la respuesta que recibió de la anciana cuando expresó su preocupación.
Thalia Elie Bennet, de alguna manera, impactó su vida con su bondad. Su primera impresión de ella no fue la mejor; fue grosero con ella uno o dos días. Pero Thalia tenía un aura que derretía hasta sus miradas más frías.
La joven era excelente para conversar, y a Edward le gustaba hablar con ella. Era abierta, sin pensamientos amargos ni crueles, solo amabilidad y pureza. Muy parecido a Esme. Le encantaba leer su mente cuando los ancestros no gritaban en su cabeza. Es curioso, ahora que lo piensa.
Justo entonces, Esme se acerca y coloca una mano reconfortante sobre el hombro de Edward.
—No tienes por qué preocuparte. Thalia es fuerte. Despertará —le asegura con sinceridad.
Thalia le recuerda a Esme a su hermana menor, Jane Platt, a quien adoraba y extrañaba profundamente.
Después de casarse con Charles Evenson, el hombre le prohibió visitar a Jane. Eso creó una gran distancia entre ambas. Años más tarde, cuando Esme ya había cambiado, Christopher le informó que Jane había muerto de tuberculosis. Nunca tuvo oportunidad de arreglar esa relación rota, no por falta de deseo, sino por las circunstancias.
La familia Platt ya creía que Esme Anne Platt había muerto.
Cuando Carlisle presentó a Thalia ante la familia, Esme sintió una nueva esperanza. Vio en ella una oportunidad para tener otra hermana, y la tomó sin dudarlo.
—Lo sé. Solo... me preocupa —responde Edward, recostándose sobre el hombro de su madre adoptiva con un suspiro cansado.
—Preocuparte solo te agotará. Confía en Thalia, nada más —interviene Christopher, acercándose.
Él también cree que Thalia lo logrará. Todos sabían lo dolorosa que era la transformación. Era una experiencia insoportablemente agónica que cada vampiro conocía bien.
Pero él confía en Thalia. La admira. Después de todo lo que vivió, ella eligió seguir adelante, eligió vivir.
—Vamos, dejémosla descansar. Mañana despertará —dice Esme mientras guía a los dos hombres fuera de la habitación.

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EUNOIA ? carlisle cullen
FanfictionThalia Elie Bennet, una profesora de 26 a?os y, ocasionalmente, la banshee de su vecindario. Perder a sus padres a una edad temprana hizo que despertara su naturaleza de banshee demasiado joven. Con la ayuda de su abuela Celia, aprendió a controlar...