?Qué pasaría por tu cabeza si te invitaran a volver a creer en la magia?
?Y si la magia apareciera en forma de biblioteca y escapatoria delante de tus ojos?
Noah Baker lleva a?os so?ando con dejar atrás Fennie, la isla que no solo lo vio nacer y cr...
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—¡Josh! ¡Josh!
La idea de correr para alcanzarlo —más la ropa que llevaba—, lo hacía parecer un foco de luz en la oscuridad, atrayendo todas las moscas curiosas. Era un loco desesperado.
Y lo estaba.
Traspiraba como una cascada.
Josh sacó las llaves de su casa.
—No, no, no, no. —Tapó el cerrojo con su mano—. Dame un segundo y te explicaré todo.
Con un movimiento de cabeza Josh alejó su cabello del rostro.
—Brooke tenía razón —espetó.
—¿Dudaba de mí? —«¿En realidad me sorprende? No confía en nadie».
—Cómo decirlo... Eres muy evidente, ¿ok?
—Escucha —dijo acomodándose los lentes—, solo déjame explicarte. Estoy seguro de que lo entenderás.
—¿Tu mejor amiga no puede entenderlo y yo sí?
—No estoy seguro. —«No».
Noah se apoyó en la puerta y esta crujió.
—Shhh... —siseó Josh tomándolo por el brazo—, sígueme.
Y así, crédulo, volvió a seguirlo.
Josh quitó el seguro de la verja que conducía al patio trasero y se adentraron en silencio. Noah casi tropieza con sus propios pies, a lo que Josh lo siseó más. El jardín estaba poblado por abelias, un arbusto con flores blancas. Los pétalos le recordaron a la piel de Agatha. La medianera de ladrillo les daba algo de privacidad, aislándolos del mundo y de sus secretos.
—Entonces, te hiciste amigo de la loca. ¿Qué esperas de ella?
—Helado. —Josh todavía lo sujetaba—. ¿Tengo que explicarlo? Yo escribo... Ella tiene libros... A menudo van de la mano por si no lo sabías.
—Ok. —Josh se arrimó—. Entonces es por ella, por ella no apareciste esta mañana.
Noah se quedó sin palabras. Era lunes. Él siempre pasaba por Brooke e iban juntos a la universidad. De manera inconsciente la había ignorado, ni siquiera la había esperado a la salida. Era la culpa cobrándose su cuota.
Noah negó con la cabeza.
—Ella no tiene nada que ver en esto. No voy a mentirte, lo olvidé. —Decidió ser sincero. Hubo un tiempo en donde ambos se entendían, hablaban el mismo idioma—. La verdad es que a Brooke no le cae bien. Agatha no es mala persona, si solo no le hubiera faltado al respeto...
—¿Y a ti sí te cae bien? Porque veo que ella no para de mirarte el culo. ¿De qué se trata, estás probando otras cosas? —Soltó con una risa histérica. Era una bestia que se alimentaba de la vergüenza ajena. Y la cara de Noah era un plato abundante.