Chispa de amor (Correcciones en curso)

Ari

Estoy en mi habitación, no puedo dormir y empiezo a reflexionar sobre los últimos acontecimientos... ya se cumplieron casi cuatro meses desde que Sam y yo vivimos juntas, la convivencia entre ambas se ha vuelto más fácil cada día. Las cosas con los padres de Sam van de maravilla.

Cuando vi a mis padres al fin de semana siguiente después de la difícil situación que pasamos, les conté lo sucedido. Ellos se preocuparon por mí, pero les dije que no lo hicieran, al contrario, les pedí algo más importante: que me ayudaran a proteger a Sam y que a fin de mes accedieran a conocer a sus padres.

Mi mamá no estaba de acuerdo; su naturaleza de abogada le decía que Sam debía demandar a su padre. Pero cuando le dije cuál era el plan de Sam para alejarse de él ella decidió apoyarme; después tuve que admitir que Sam y yo les mentimos a sus padres sobre el costo real de la renta.

Naturalmente, me regañaron; pero también me sorprendieron cuando me dijeron que por esta ocasión apoyarían nuestra mentira y que yo debía darle a ella lo que sobrara de ese pago. Querían que Sam pudiera empezar a ahorrar y que tuviera un pequeño capital para cuando terminara la carrera.

Ese día mis padres me enseñaron la importancia de ayudarle al prójimo. Me recordaron que he crecido en una situación con privilegios y comodidades, que si puedo ayudar a alguien no debo dudar en hacerlo, eso sí, sin dejar que la gente abuse de mí y tienen razón: a veces me paso de buena.

Con toda esa información sobre la mesa, la reunión con los padres de Sam fue fácil, ellos no se volvieron a aparecer en nuestra casa. Ahora solo mandaban el dinero de la renta, ella abrió una cuenta bancaria y empezó a ahorrar, ahora va una vez al mes a verlos, lo cual era un alivio.

Max ya no vive con nosotras porque Sam resultó alérgica... lo extrañamos mucho ahora que vive con mis padres y mi papá es el más feliz de tenerlo porque lo acompaña a correr todas las mañanas. Correr es un hábito que me heredó... y que ahora comparto con Sam.

También tuvimos que poner algunas reglas de convivencia, especialmente después de que sin querer ella nos encontrara a Erick y a mí en medio de una sesión de besos en la sala, fue tan incómodo para los tres.

Desde entonces, el sexo con Erick solo ocurre en su casa y él se comporta en sus visitas; mi vida sexual con él sigue sin ser algo electrizante, le sigue faltando algo, pero ¿qué se le va a hacer?, no hay relación perfecta.

Sam aún me pone nerviosa con su forma de verme o tratarme... en un par de ocasiones he llegado a sentir esa chispa que enciende en mi corazón y que hace que el tiempo se detenga a nuestro alrededor. Últimamente, se ha vuelto más frecuente... y por supuesto, el destino, tiene una forma muy divertida de ponerme en aprietos.

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Sam

Esta noche se me está haciendo eterna mientras veo el techo de mi habitación... Ari es tan guapa y me pone tan loca que no sé qué hacer, sigo deseando estar con ella... pero desde hace meses he mantenido mi distancia por agradecimiento a la ayuda que ella y Erick me brindaron después de la visita de mis padres, pero se me está haciendo cada vez más difícil.

Especialmente ahora que el clima está cálido, ya que después de que llegamos de la universidad ella se cambia de ropa y se pasea con camisetas sin mangas y esos micro shorts que me tienen a punto del colapso.

Y lo que es peor...no, creo que "peor" no es la palabra correcta de usar para esto, más bien, mi parte favorita es cuando ella se ducha de noche, es cuando se ducha por la noche y cruza el pasillo en mini toalla rumbo a su habitación, puedo recrearme a gusto con su belleza...