抖阴社区

?????????

20 6 0
                                    

𝙼𝚒𝚗𝚊

No he dormido casi en todo el fin de semana y no he parado de llorar por cómo nos despedimos Chaeyoung y yo el viernes por la noche

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No he dormido casi en todo el fin de semana y no he parado de llorar por cómo nos despedimos Chaeyoung y yo el viernes por la noche. No contesta a mis mensajes y me cuelga en todas las llamadas que intento hacerle. Está muy enfadada, no se puede negar, y no me extraña. Me he comportado como una cobarde y, aunque quiera ocultarlo o fingir que puedo lanzarme a la aventura, nunca he dejado de serlo. Siempre ha habido una parte de mí muerta de miedo y he llegado al punto en que no puedo controlarla.

Chaeyoung no aparece por nuestro banco ese lunes a la hora del almuerzo. Me quedo un rato esperando, sentada con la comida de ambas en mi mochila, pero cuando pasa la mitad de la hora, doy por hecho que no va a venir.

Apenas le doy un par de bocados al sándwich de cangrejo que hay en mi fiambrera antes de dejarlo de nuevo; tengo el estómago cerrado y no quiero que me siente mal.

Durante el resto de días, no hablamos nada. Ella sigue sin contestar a mis mensajes y llega un momento en que dejo de enviárselos porque no quiero agobiarla ni ser pesada. En ellos, la palabra que más he repetido es ‹‹perdón›› y estoy segura de que su enfado ha aumentado al ver que me disculpo tanto. Siempre me ha dicho que es una manía muy fea la de pedir disculpas por todo, pero una parte de mí me dice que esta es de esas veces en las que tienes que repetirla hasta la saciedad.

Nos cruzamos en el instituto y coincidimos en varias clases, pero ella no me mira ni se dirige a mí para nada. Es como al principio, como si no nos conociéramos. Solo que peor, porque sí lo hacemos y es doloroso ver alejarse a una persona que te importa. Tanto física como emocionalmente.

Antes de ser amiga de Chaeyoung, la observaba de vez en cuando y me daba cuenta de lo cerca que se encontraba de todo el mundo, pero lo distante que en realidad estaba su mente. Detrás de un muro totalmente inaccesible.

Esta vez su muralla se ha vuelto a alzar y es todavía más alta que antes.

Todo por mi culpa.

Me lo dijo más de una vez: que era la única persona con la que había podido conectar después de mucho tiempo y tras haberse escondido en sí misma. Ahora solo soy una de las muchas personas que la han decepcionado y abandonado. Puede que sea incluso peor que los demás porque yo le di esperanza, inconscientemente, pero lo hice. Y ahora la decepción es incluso mayor.

Voy de casa al instituto y del instituto a casa como un ente, todavía más invisible que antes porque la tristeza y la culpabilidad me hacen sentir aún más pequeña. O puede que sea mi subconsciente el que desee que pase desapercibida y me limite a existir. A lo mejor eso es todo a lo que puedo aspirar si permito que el miedo me controle tanto como para perder a la única amiga que he podido hacer estos últimos años. La única persona que me ha llegado a importar tanto como mi familia.

Pasan los días como si nada y Chaeyoung sigue sin contestarme o hablar conmigo. Es como si hubiera desaparecido de su vida y no quisiera saber nada más de mí. Lo entiendo. De alguna forma, le he roto el corazón. He sido tan cruel de ponerle las esperanzas e ilusiones en las manos para después tirarlas al suelo de un empujón y pisotearlas sin darme cuenta. No tenía ni idea de que mis inseguridades fueran capaces de hacer tanto daño.

―No sé qué hacer, mamá ―me confío con ella porque llega un momento en que este asunto ocupa tanto mi mente y me encoge tanto el alma que no veo otra solución que la de pedir ayuda―. Me he disculpado muchas veces, pero ella no me responde.

Es viernes por la noche, han pasado dos semanas desde el encontronazo entre nosotras y es el segundo fin de semana que no ensayamos y no cena aquí. Otra ocasión más en la que la echo en falta.

―A lo mejor es que deberías hacerlo en persona.

―Lo he intentado ―respondo moviendo el tenedor por el plato sin llegar a pinchar nada; soy incapaz de comer más de dos pinchadas seguidas―, pero cuando me acerco a ella después de alguna clase, me ignora y se va enseguida a toda prisa. Sé captar una indirecta y esa me deja claro que no quiere saber nada de mí.

―Cariño, a veces las personas necesitan tiempo para poner en orden sus pensamientos y actuar en consecuencia.

―¿Más? ―Si estas dos semanas se me han hecho eternas...

―Todo el que ella necesite.

―Pero es que me da miedo que el hecho de que pase tanto tiempo haga más distancia en nosotras y al final terminemos dejando de ser amigas definitivamente.

―¿No fue precisamente tu miedo lo que os llevó a esta situación?

―¿Cuál es la solución entonces? ―pregunto ya desesperada. He pasado tantas noches llorando que ahora que siento de nuevo las ganas no me salen lágrimas―. ¿Hacer lo contrario de lo que provocó esto?

―No sería un mal comienzo.

Las indicaciones vagas y la sonrisa enigmática de mi madre cuando me da consejos no me deja muy claro qué es lo que debo hacer.

Esa noche me voy a la cama con más incógnitas en la cabeza que el resto de noches. Mi madre me ha dado un camino que seguir y una cuerda de la que tirar si quiero sacar algo en claro sobre qué debería hacer ahora, pero todo se ve negro y confuso en mi mente. No encuentro ningún faro que me guíe.

Lo contrario de tener miedo es... ¿no tenerlo? Pero ¿cómo se puede no tener miedo? ¿Cómo puedes dejar de sentir pavor cuando tu mente se bloquea y tu cuerpo se paraliza tanto que lo único que deseas es desaparecer, volatilizarte, huir y esconderte? No es tan sencillo. Contradecir al miedo es sacar agallas, ser valiente y no dudar. Al menos, eso es lo que siempre me han enseñado.

Sin embargo, Chaeyoung no me decía eso nunca. Jamás me insinuó que debiera ignorar mi miedo o que el hecho de sentirlo me hiciera débil. Al contrario, ella decía que era un sentimiento muy humano. La única diferencia que hay entre el miedo bueno y el miedo malo es el control que ejerce sobre nosotros. Si nos dejamos dominar por ese temor, entonces nos perdemos a nosotros mismos. En cambio, si lo usamos para fortalecernos, solo podemos sacar cosas buenas de él.

Eso es.

No se trata de no tener miedo o de ser valiente.

Se trata de lanzarte al vacío incluso si temes lo que hay al fondo.

Porque el que no arriesga no gana y no ganar significa perder. Yo no quiero perder. No quiero perder a Chaeyoung por culpa de mis inseguridades y mi recelo a saltar hacia delante.

Voy a tener miedo, pero no pienso dejar que eso me arrebate mi sueño.

Voy a tener miedo, pero no pienso dejar que eso me arrebate mi sueño

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
???? ?? ????? ? ???? ?? ????? | ???????? ??????Donde viven las historias. Descúbrelo ahora