¿Hmm?!
La oferta casual de Ron de una futura mejora golpeó a Shiki como un rayo.
La niebla de la indecisión en su mente se disipó instantáneamente y sus ojos se iluminaron con un fuego renovado y feroz.
¡Eso es! ¡Por supuesto!
¿Cómo no lo había visto? Estaba tan concentrado en lo que estaba perdiendo que no vio el panorama general.
¡Esta no era una pérdida permanente; era una transformación temporal!
¡Un paso necesario!
Una vez que su cuerpo volviera a su máximo potencial, una vez que recuperara toda su fuerza, ¿qué eran solo diez mil millones de Berries? ¿O cien mil millones? Con su poder, su ambición y su intelecto, ¡podría saquear el mundo entero y ganar ese tipo de dinero en un año!
¡Era pan comido!
La agonizante elección ya no era una elección en absoluto.
Era una inversión en sí mismo.
Con la decisión tomada, la vacilación del León Dorado desapareció por completo
Le dio a Ron un asentimiento firme y decisivo, con una sonrisa que se extendía por su rostro.
"Gracias por la aclaración, Ron. He tomado mi decisión: ¡me lo comeré!"
Sin decir una palabra más, se metió la Fruta del Diablo entera en la boca.
Una ola del sabor más repugnante que jamás había experimentado asaltó sus sentidos: un sabor a mezcla de huevos podridos, calcetines viejos y agua de mar de una semana.
No le importó.
Masticó dos veces, la textura gomosa y repugnante, y se tragó toda la asquerosa masa de un solo trago.
El efecto fue instantáneo.
No lo sintió como una calidez, sino como una oleada de pura fuerza vital, mil pequeños chorros de sol líquido fluyendo por sus venas.
La energía apareció de la nada, un poder primigenio que comenzó a nutrir cada célula de su cuerpo, reparando décadas de daño y abandono en meros segundos.
Se sintió como despertar de una larga y terrible pesadilla.
"¡Esta sensación...!", jadeó Shiki, con los ojos muy abiertos por la sorpresa
¡Es increíble! ¡Absolutamente increíble! Ya no podía contener su éxtasis.
Una risa salvaje y desinhibida brotó de su pecho, resonando en los confines de la dimensión de bolsillo.
No era solo una risa de alegría; era un rugido de triunfo, de renacimiento, de un rey que reclamaba su trono.
Entonces, llegaron las llamas.
Llamas doradas y etéreas florecieron por todo su cuerpo.
No quemaban; no chamuscaban ni chamuscaban.
En cambio, se sentían como un abrazo reconfortante, una manifestación física de la fuerza vital que ahora fluía a través de él
Parecían infundirle un poder recién descubierto, haciéndolo sentir más fuerte y vivo que en los últimos veinte años.
El León Dorado se deleitó con la sensación, con una expresión de pura dicha en su rostro mientras todo su cuerpo era gradualmente envuelto en el brillante fuego dorado.
El resplandor se hizo cada vez más brillante hasta que se convirtió en un sol llameante con forma humana.
Incluso Ron, que estaba a solo unos metros de distancia, no sintió calor, solo una extraña sensación de vitalidad que emanaba del espectáculo.
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One Piece: Científico de los Piratas de Barbablanca
FanfictionRon transmigró como científico. Al principio, vio a Barbanegra matar a Thatch y robar la Fruta Oscura. Activó el sistema de tecnología Negra y obtuvo la "Tecnología de Encantamiento de la Fruta del Diablo", que es muy simple: ?se trata de otorgar ha...
