One Piece: Científico de los Piratas de Barbablanca

Todos asintieron en silencioso y asombrado acuerdo.

A sus ojos, la enredadera colosal, palpitante y ahora de rápido crecimiento que tenía ante ellos ya no era una planta común y corriente.

Había renacido como una entidad viviente y milagrosa, rebosante de un poder extraño y profundo.

Ron, en el centro de todo, extendió la mano casualmente y arrancó una sola hoja recién formada de un zarcillo cercano.

La hoja era una obra de arte, parecida a una pieza de esmeralda meticulosamente elaborada, con venas distintivas y adornadas con intrincados y brillantes patrones dorados.

Estas delicadas y complejas marcas parecían runas misteriosas que exudaban un aura enigmática y antigua.

La atención de la multitud se centró inmediatamente en el objeto imposible en la mano de Ron.

"¡Mira!" gritó un Skypiean, señalando con un dedo tembloroso.

"La hoja en la mano de Ron-sama... ¡se está convirtiendo en un trozo de papel!"

—¡No, espera! ¡Mira más de cerca! —gritó otro—. ¡La punta de la hoja está cambiando de forma! ¡Se está convirtiendo en un bolígrafo! ¿Qué... qué clase de habilidad es esta? No parece muy letal.

—Vicecapitán Ron, ¿qué es esto? ¿Cómo ha crecido tanto la enredadera? —preguntó un pirata entre la multitud, sin poder contener la curiosidad; su voz se tiñó de una anticipación apremiante mientras observaba el contrato y el bolígrafo que acababa de formarse en las manos de Ron.

Ron bajó la cabeza ligeramente, inspeccionando cuidadosamente los artículos.

Examinó cada detalle, desde la textura del pergamino dorado hasta la elegante forma de la pluma, sin dejar nada sin revisar.

Después de un examen minucioso, confirmó su éxito con un gesto de satisfacción.

Fue una réplica perfecta, y quizás incluso superior, de la habilidad de Haruta.

Entonces, Ron levantó lentamente la cabeza, con la mirada tranquila mientras se dirigía a los miles de espectadores.

"Éste es el poder de la Fruta del Contrato", anunció con voz clara y firme.

"Y a partir de hoy, esta gran vid ya no se llamará el Árbol Gigante. Ahora es el Árbol del Pacto."

Mientras hablaba, su mirada se dirigió al punto del zarcillo donde había arrancado la hoja.

Para sorpresa de todos, una hoja nueva y fresca ya estaba brotando en su lugar: un verde vibrante y saludable, rebosante de vitalidad.

"¿Árbol del pacto?" murmuró alguien en voz baja. El nombre sonaba al mismo tiempo poético y siniestro.

"¿Un contrato? ¿No es esa la habilidad del comandante Haruta?", le susurró otro pirata a su compañero.

"¿Ron le dio a toda la isla el poder de Haruta?"

"El poder del Contrato puede parecer inútil en una pelea", comentó un observador más reflexivo, "pero una vez firmado, nadie, ni siquiera un Yonko, puede romperlo. ¡Este es un poder que puede hacer cumplir las promesas!"

Doflamingo y su tripulación eran muy conscientes del poder del contrato: estaban a punto de quedar obligados por él.

Sin embargo, lo que realmente los impactó hasta lo más profundo fue la revelación de que una habilidad tan misteriosa y formidable podía fusionarse perfectamente con lo que parecía una enredadera común y corriente, aunque de gran tamaño.