抖阴社区

||Capítulo 08||

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Y de repente, tenía su boca a unos milímetros y no sé. Desconozco...desconozco lo qué me pasa con ella. No puedo explicarlo.

Nunca tuvo una queja alguna sobre su familia

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Nunca tuvo una queja alguna sobre su familia. Es verdad que no tenía un padre, pero tenía un padrino a quien adoraba. Su madre era exigente respecto a los modales y los estudios, pero le había brindado todo sin escatimar en nada. Su hermano era un chico fastidioso, pero lo amaba, después de todo, eran mellizos, aunque ella nació antes en un parto que duró más tiempo del que su madre querría recordar.

Tan complejo fue ese parto que Aemma no quiso saber más nada de volver a quedar encinta.

También estaba su madrina, Katharina, y su tía Karen, y su padrino Peter, a quienes quería con todo su corazón. Y sus abuelos, siempre mimándola.

Y para cerrar su círculo cercano, la exnovia de su mamá, a quien quería tanto como a su madre biológica. Samantha se había pegado tanto a Jav que la ruptura entre ella y Aemma le provocó una profunda decepción y tristeza.

La chica había salido antes del colegio y quería darle una sorpresa a Aemma para ir a almorzar juntas. Y ahora estaba allí, viendo a su madre a punto de besar a una extraña.

Cuando hizo notar su presencia, ambas mujeres voltearon hacia la dirección en donde la niña estaba parada, mirándolas con la marcada molestia en su rostro aniñado.

Danielle notó el gran parecido entre esa niña y Aemma. La menor poseía una mirada profunda y retadora, además de unos ojos color miel bajo esas pestañas largas que le daban un toque de elegancia a su rostro aniñado. Su boca también era refinada y de un color rosado natural. Sí, muy parecida a esa mujer que casi provoca en ella un paro cardíaco en un beso que no fue.

—Sammy... —murmuró Aemma sin soltar a Danielle— ¿Qué...?

—¿Quién es ella? —interrogó Samantha, directa y sin vueltas.

La pregunta fue hecha de tal manera que Danielle pudo sentir el enojo en la niña. Aemma aflojó el agarre y se alejó de ella unos centímetros, no lo suficiente como para no dejar de sentir su respiración agitada y los latidos de su corazón.

—Ella es la licenciada Larson, la psicóloga de la agencia.

—¿No era una señora muy mayor? — cuestionó la menor, arqueando una ceja, gesto que a Danielle le pareció calcado de Aemma—. La señora Thompson.

—Ella se jubiló, por eso es que la licenciada Larson ocupa su lugar —explicó Aemma, suspirando— ¿Qué es esto, Sam? ¿Qué haces aquí?

—¿Qué hace ella aquí, mamá? —replicó Samantha, ignorando las preguntas de su madre.

—Ya te dije que trabaja para mí.

—Pues que se vaya.

La mirada de Aemma se endureció y estaba montando en cólera ante la actitud de su hija. No estaba de humor para aguantar las rabietas de una niña, y mucho menos, que le hiciera pasar vergüenza delante de otros.

ENTRE LO PROHIBIDO? [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora