El Nerd ? Kookmin ?

Narra Jungkook:

Hacía frío y estaba oscuro, mi cuerpo pedía a gritos un descanso, mi pecho dolía y a este punto no sabía si era por la pérdida o la falta de aire en mis pulmones y es que desde que fui arrebatado de Jimin mis ojos no habían dejado de soltar lágrimas.

No sabía cuánto tiempo había pasado, lo único que sabía es que estaba en mi cuarto encerrado bajo llave, sobre mi cama habían unas maletas y había escuchado a mis padres discutir sobre mi partida, no sabía aún a dónde me llevarían pero sabía que sería un lugar lejos de aquí para que no pudiera encontrarme con Jimin, recordar aquello solo me hizo volver a sollozar.

Yo no quería que las cosas acabarán así, me había prometido no lastimarlo, le prometí felicidad, le prometí una vida juntos y al final solo le di un corazón roto....

Sin embargo no hay mucho que pueda hacer, lo único que puedo ofrecerle es un futuro libre y sin ataduras, así que lo mejor es que simplemente acepte mi destino, me iré a donde sea que mis padres me manden, y espero con todas mis fuerzas que Jimin pueda deshacerse de esos sentimientos hacia mi que solo le van a traer noches en vela, deseo que pueda ser feliz sin mi....

Con ese pensamiento dejé ir las últimas lágrimas para después quedarme en completa oscuridad, mi mente dejó de pensar y mi cuerpo se dejó caer en los brazos de morfeo.

Los días siguientes no fueron distintos, apenas comía por obligación de mi padre, hoy era el día, hoy finalmente tomaría un vuelo hacía un destino lejos de aquí, ahora mismo me encontraba en el auto de mi padre, íbamos rumbo al aeropuerto, mi madre no me dirige palabra alguna, siquiera me mira y a pesar de que en estos momentos la odio, es doloroso que siquiera sienta pena porque voy a marcharme.

Mi vista solo veía el cielo, era azul y estaba despejado, parecía que hoy seria un día brillante para todos pero para mi el día era gris, dentro de mi mundo llovía a cántaros, los truenos resonaban con fuerza y pronto mis lágrimas volvieron a hacerse presentes.

— Es hora Jungkook.— Me dijo mi padre con las maletas en la mano, solo asentí secando las lágrimas de mi rostro y baje del auto

— ¿Ya puedo saber a donde voy?— Pregunté una vez estuvimos dentro del aeropuerto

— Vas a Jerusalén, ahí te estarán esperando unos feligreses que te ayudarán a sanar.— Me informó mi madre quien por primera vez en muchos días me dirijo la palabra

— ¡¿Jerusalén?! E-eso.... Es muy lejos....— Solloce
— N-no pueden hacerme esto, por favor....— Supliqué con temor

— Es por tu bien hijo, en el futuro me lo vas a agradecer, estoy segura.— Mi madre se quito los lentes y me tomo de las mejillas
— Lo hago por tu bien Jungkook, lo hago porque te amo.— Beso mi mejilla con lágrimas en los ojos

Yo solo pude llorar, no quería irme, ¿Porque tenía que hacerlo? ¿Porque mi madre no podía aceptarme como soy? ¿Porque tenía que vivir así? ¿Porque si decía amarme hacía cosas que me daban a entender otra cosa? ¿Porque esta mal querer a Jimin? Solo es amor, el amor no tiene nada malo, ¿Porque lo hacían ver como si me pecado hubiera sido un asesinato?

— Pasajeros con destino a Jerusalén pasar por la puerta 13.— Los parlantes anunciaron mi partida y me aferre a los brazos de mi madre

— Madre.... Por favor.... No me hagas esto.— Supliqué

— Todo estará bien, te lo prometo.— Beso mi mejilla y me alentó para irme

— Padre....— Le mire con Suplica, él solo me abrazo

— Perdóname....— Sollozo
— Ojala pudiera hacer algo más por ti.... Perdóname.— Me pedía entre lágrimas, solo pude aferrarme a sus brazos