First Time

- claro que si señora Mina - susurré con algo de nervios mientras veía como ella se colocaba de pie y sacudía sus shorts deportivos haciéndo que sin querer mi vista se posara sobre sus largas y definidas piernas. Joder, deberia ser ilegal que andara así por la calle, ¿acaso no era consiente que podía hacer que las personas se distraigan con su presencia y causar un accidente?

- Chaeyoung ¿estas bien? - escuché su voz a lo lejos así que sacudí mi cabeza volviendo a la realidad topandome con la imagen de la señora Mina con el ceño fruncido mientras me miraba fijamente

- si, lo siento, es que estaba pensando en algunas cosas sobre el instituto - mentí parandome del banco para colocarme a su lado y empezar a caminar hacía una pequeña cafeteria que quedaba a una cuantas cuadras del pequeño parque, segun lo que me había dicho ella.

Jamas me había considerado una chica a la que le gustara mentir, al contrario me gustaba ser sincera y decir las cosas que pensaba o sentía. Pero en estas pocas horas no había podido parar de mentir, y eso era algo que estaba causandome un gran conflicto interno al saber que no podría llegar y decirle a la mamá de mi mejor amiga que por cierto tan solo llevaba un dia conociendola, que me parecía demasiado atractiva y que quizas, solo quizas quería besarla.

- es aquí - dijo parándose frente de una pequeña pero bonita cafeteria, que tenía un enorme letrero en dónde se podía leer el nombre de "Le caffe"

- es muy linda - murmuré mientras entraba al lugar siendo guiada por ella, que caminó hasta una de las ultimas mesas en el fondo que quedaba justo al lado de un gran ventanal que estaba completamente iluminando por los rayos del sol

- nos sentaremos aquí ¿te parece bien? - preguntó y yo solo asentí acercándome hasta ella para rodar su silla permitiéndole que se sentará de mejor manera en la silla  - gracias, eres realmente muy amable

- no es nada señora Mina - respondí sentandome frente a ella viendo como soltaba su cabello y este caía como cascada sobre sus hombros, dejándome sin aliento. Y es que no entendía como todo lo que ella hacía era tan perfecto, tan sublime....

- ¿por qué te fuiste de la casa tan temprano? - inquirió tomando el menu que estaba sobre la mesa dándole una ojeda rapida - pensé que te quedarías almorzar con nosotros.

- mi madre me pidió que estuviese temprano en casa 

- ¡oh! vaya - Susurró en voz baja - entonces estoy haciéndo que te retrases. Solo hare que vayas a tener problemas por mi culpa

- tranquila, esta bien,  estoy segura que llegaré a tiempo - musite tranquilamente, porqué en realidad Mamá Nayeon no me esperaba en casa hasta las 10 de la mañana, así que tenía un par de horas más para disfrutar de su compañia.

Y así fue como estuvimos hablando por algun tiempo en el que ella me contó un poco sobre su vida. Dejándome saber que práctico ballet durante diez años y que en algún momento de su vida había pensado en ser bailarina profesional, pero al salir embarazada de Dahyun estuvo que suspender ese sueño y dedicarse completamente a su hija y a su nueva familia

- ¡buenos dias! soy Bambam y las estare atendiendo el día de hoy ¿ya saben que quieren ordenar? - dijo un chico de cabello castaño que se había acercado a nuestra mesa sosteniendo una libreta entre sus manos junto a un boligrafo, interrumpiendo nuestra conversación.
Y es que a ese estupido no le habían enseñado modales? Ya se veía demasiado grandecito para saber que cuándo dos personas estaban hablando, no se debían interrumpir 

- ¡disculpe! - exclamé llamando la atención del mesero que desde el primer momento que se acercó hasta nostras, no había apartado la mirada de ella - yo quiero un té helado por favor

- ¿y usted, preciosa? - habló el cretino ignorandome por completó mientras sonreía en dirección hacía la señora Mina

- un café y unas tostadas - respondió con una sonrisa forzada en sus labios 

- en unos momentos les traeré su orden y si se le ofrece algo más, solo debe llamarme

- lo tendremos en cuenta, ahora por favor puede retirarse - hablé apretando mis manos debajo de la mesa intentando calmar la creciente ola de rabia que se apoderaba de mi cuerpo, haciéndo que el chico solo me mirara con desagrado antes de irse y dejarnos nuevamente solas en la mesa - lo siento si sone algo mal educada 

- tranquila Chaeyoung - Susurró con su suave voz - no pasa nada

- es que usted se merece que la traten con respetó, porqué es una dama, es como de la realeza - murmure sintiendo mis mejillas arder - como una princesa y no me parece prudente que la miren de esa forma - terminé decir sintiendo esa frase un poco amarga en mi boca, porqué eso era lo mismo que estaba haciendo cuándo estábamos en el parque, la había visto de la misma manera y hasta logre tener algunos pensamientos un poco subidos de tono con ella.

Después de ese pequeño incidente seguimos hablando de cualquier tema que se nos ocurriese a las dos, siendo esta la primera vez que las palabras fluían de mí boca, la primera vez que no deseaba dejar morir una conversacion, solo quería seguir escuchándola hablar por horas y horas, quería disfrutar del hermoso timbre de su voz. Quería al menos recordar este momento de mi vida con una sonrisa en mis labios.
Y así en medio de risas y chistes malos de mi parte terminamos de comer todo lo que habíamos pedido y ahora nos encontrábamos fuera de la cafeteria, una frente a la otra

- gracias por todo señora Mina - dije pasando un menchon de mi cabello detrás de mi oreja mirandola a través de mis pestañas

- no tienes porqué agradecerme, disfrute mucho de tu compañia. Solo esperó no haberte aburrido 

- no, claro que no, la pase muy bien con usted - me apresuré a decir - bueno, ya tengo que irme - confesé con algo de pena queriendo estar un rato más a su lado 

- ¿en que te iras?

- tomare un bus

- no, no, nada de eso - Murmuró negando con su cabeza - espérame aquí, mi carro esta solo a una cuadra así que ire por el y te llevare a tu casa

- no es necesario señora Mina, yo me puedo ir en un.......

- no es una pregunta Chaeyoung, es una orden, así que se buena chica y espérame aquí por favor - me dijo sin más antes de empezar a caminar mientras mis ojos acompañaban el suave momiento que sus caderas producian al andar.