First Time

¿De verdad estaba acostada sobre el pecho de Myoui Mina mientras esta dormía tranquilamente con su mejilla apoyada en sobre mí cabello?

¿Era real todo lo que había pasado entre nosotras?

Y es que a pesar de sentir la desnudez de su cuerpo junto al mío aún no podía creer que hacía solo un par de horas atrás había estado debajo de las piernas de esta mujer, gimiendo mi nombre, temblando en mis brazos, suplicando por más mientras me perdía en su interior haciéndo que se corriera hermosamente dejándome verla tan vulnerable, sublime y candente.

Me gustaba tanto esta mujer y tenía mi cabeza tan abrumada en muchos pensamientos que no fuí capaz de volver a dormir, así que decidí dedicarme a comtemplarla, sus ojos estaban cerrados permitiendome ver sus largas pestañas, sus mejillas estaban pintadas con un toque de bermellón junto a sus apetecibles labios que permanecían entre abiertos, su nariz pequeña y respingada, su piel nivea, sus claviculas, sus brazos que me apretaban contra ella, su pequeña cintura, sus anchas caderas y sus largas e infinitas piernas me mantuvieron entretenida durante el resto de la noche. Éramos un enrredo de cabellos, piernas y brazos esparcidos en el escritorio de mi jefe Felix. El me mataría si descubriera lo que estuve haciéndo en su escritorio pero eso era algo que no tenía importancia, al menos no en ese momento dónde solo quería disfrutar a la mujer que me sostenía en sus brazos.

No quería pensar en las consecuencias de haberme acostado con una mujer casada, una mujer que era quinceaños mayor que yo, una mujer que era la madre de mi mejor amiga. Así que la abracé fuertemente por la cintura haciéndo que nuestros pechos desnudos se rozaran de manera placentera, subí mis labios y besé su mejilla repetitivamente, repartí besos por su frente, parpados, nariz y finalmente sus labios haciéndo que frunciera el ceño ligeramente y empezara abrir poco a poco sus ojos. Parpadeando algo desconcertada un par de veces con cara de confusión hasta que sus orbes negros se enfocaron en mí.

Tuve miedo

No sabía cual sería su reacción después de lo que acabábamos de hacer. Por un momento creí que se pararía de un brinco y saldría corriendo musitando unas vagas disculpas.....Pero no, solo me miró y sonrió tímidamente depositando un corto beso en mis labios

Pude volver a respirar 

- Hola, bonita - susurré acariciando sus brazos hasta sus hombos sintiendo como su piel se erizaba por mi tacto 

- Hola, Chaeyoungie - Murmuró contra mi cuello - nunca pensé que disfrutaria tanto despertar con tus besos - confeso levantano la cabeza para tomar con sus dientes mi labio inferior mordiendolo suavemente antes de soltarlo y darle una pequeña lamida con su lengua 

- yo nunca pense que disfrutaria tenerla desnuda debajo de mi, pero mire, aqui estamos - intenté bromear y ella me regaló una pequeña sonrisa volviendo a esconderse entre mi cuello

- ¡Ay! Chaeyoungie...¿que haremos ahora?¿en que nos hemos metido? - preguntó afligida, no quise decir nada porqué al igual que ella desconocía la respuesta. Así que nos quedamos en silencio lo que pareció para mi ser una eternidad hasta que finalmente levantó su rostro y unió nuestras miradas 

- eres una niña Chaeyoung y yo provoqué que esto pasara. Eres la mejor amiga de mi hija......pero aún sabiendo todo eso no he podido sacarte de mi cabeza, eres como el pecado hecho persona, eres perfecta, tierna, adorable, inteligente, delicada, sexy y bonita, sobre todo bonita - suspiró recibiendo el beso que deposite en sus labios - nunca nadie me había hecho sentir así y mucho menos una mujer, todo esto es nuevo para mi, pero...pero no tengo miedo....yo en realidad quiero descubrir más de esto y se que eres una niña pequeña pero no pude soportarlo más, lo siento por orillarte a esto - finalizo su pequeño discurso soltando un suspiro cansado