First Time

Decir que estaba nerviosa era una Atenuación a lo que realmente estaba sintiendo en ese momento con mi corazón siendo inundado con una extraña mezcla de emociones que me embargaba desde los pies hasta la cabeza, haciendo mis rodillas sentirse débiles y mis mejillas sonrojarse.

Y es que nada me había preparado para ver a la mujer que más he amado en mi vida después de tres años luciendo aún más hermosa de lo que recordaba.

¡Joder!

¿Por que tenía que volver a verla? ¿Por que era capaz de robarme la tranquilidad así tan fácil?

- señorita, su agua - murmuró la chica que atendía la cafetería extendiendo una botella hacía mi con una sonrisa algo tímida adornando sus labios

- muchas gracias - respondí inclinando mi cabeza en una leve reverencia antes de entregarle un par de billetes y caminar directamente hasta el consultorio dónde estaba siendo atendido Jungkook con la esperanza de que en todo el tiempo que me tomó regresar Mina hubiese terminado las curaciones y poder irnos lo más rápido de ese lugar. Bastando entonces así algunos minutos para poder estar frente a la puerta de madera que estaba entreabierta dándome acceso directo a la habitación.

- no había agua con gas así que traje natural - dije terminando de entrar por completo haciendo que Jungkook dejará de hablar creando un silenció algo incómodo - Uh, ¿Paso algo?

- no ¿Por que? ¿Que tendría que pasar? No es como si hubiese hablado de más - musitó Jungkook luciendo algo inquieto mientras mordía sus labios sin siquiera mirarme

- estás actuando raro - frunciendo mi ceño me acerque hasta el, quedando al lado de Mina para mí mala o quizás buena suerte, depende de la perspectiva con la que lo analizará.

- Nu uh, tu eres la rara. Ahora hazte para atrás que Mina me va a terminar de curar las heridas -  dijo haciendo que Mina soltará una delicada  carcajada causando que sus hombros se movieran antes de apoyar una gasa sobre la herida del pómulo derecho de Jungkook, limpiando con sutileza mientras el solo empezaba hablar de cualquier tema que se el cruzará por la cabeza convirtiendo el ambiente en algo más cómodo e inclusive entretenido.

¿Por que ahora ellos lucían como cómplices?

¿Por que Mina no dejaba de mirarlo?

¿Por que permitía que le tomara de la mano?

¿Acaso es normal que se volvieran así de cercanos tan rápido?

- listo - murmuró Mina terminando de colocar una bandita de hello Kitty, apoyando la palma de sus manos sobre sus mejillas mientras Jungkook se sonrojaba

- ¿le han dicho que tiene manos mágicas?

- si, lo han hecho - susurró girando un poco su cabeza para mirarme por encima de su hombro mientras humedecía sus labios con la punta de su lengua.

"¡Santo Dios!" Pensé admirando cada parte de su bonito rostro sintiendo esas enormes ganas de...

- ¿Cree que me quedé alguna cicatriz? - inquirió Jungkook haciendo que la atención de Mina regresará de nuevo a el

- no, claro que no. Solo tienes que seguir las indicaciones al pie de la letra

- ¡Ufff! Que alivio, porque no podría soportar que mi bonito rostro terminará realmente afectado - Mina alejó las manos de las mejillas de Jungkook para quitarse los guantes y tirarlos a la basura, quedando así a espaldas de mi

- tranquilo, seguirás luciendo así de hermoso por un buen tiempo más.

Jungkook se bajó de la camilla, estirando un poco su cuerpo en el proceso para después acercarse hasta mi, pasando su brazo por sobre mis hombros, acercándome un poco más a el, al mismo tiempo en que Mina se giraba hacía nosotros y solo sonriera tranquilamente

- ¿A que hora termina su turno?

- Mmm - tarareo Mina mirando el reloj que descansaba en su muñeca izquierda frunciendo un poco su ceño antes de responder - dentro de 8 minutos ¿Por que?

- verá, como por culpa de esos estúpidos paparazzi Chae y yo no pudimos cenar, estaba pensando que sería buena idea si vamos a su apartamento y yo cocino mi receta secreta de carne asada con Kimchi y crema de tómate, así que me gustaría invitarla a usted como una forma de agradecimiento por todo lo que hizo por mi

- no quisiera molestar

- no lo hace, a Chaeyoung realmente le encanta recibir visitas en su apartamento, además sería un pecado enorme que no viera la increíble vista que tiene. Es realmente una pasada

- eh - traté de detener toda aquella locura, pero Jungkook solo me tomó de la mano arrastrándome hacía la recepción del hospital, susurrándole a Mina un "no te tardes, que en en verdad me estoy muriendo de hambre" para después ignorar completamente mis quejas dedicándose a tomarse fotos con las enfermeras y personal que se lo pedía, fingiendo así estar ocupado.

Tonto, tonto, Jungkook que no tenía una mínima idea en el problema tan grande en el que me había metido por su imprudencia.