Recordaba cada vez que T/n evitaba hablar de su pasado. Cada vez que cambiaba de tema cuando preguntaban por sus orígenes. Cada vez que desaparecía en las noches, regresando con la mirada vacía.
Ahora todo tenía sentido.
Vi cerró los ojos, tratando de calmarse. Pero la rabia crecía dentro de ella. Rabia contra el consejo. Contra Piltover. Contra los Kiramman... incluso contra ella misma.
Siempre había pensado que el enemigo era Piltover en su conjunto. Que todos los en la cima eran unos bastardos arrogantes y corruptos. Pero ahora veía la verdad: Piltover no era un monstruo con un solo rostro. Eran muchos rostros, cada uno escondiendo sus propios pecados.
Y el pecado contra Arthur Kiramman era uno que aún seguía dejando cicatrices.
Se apoyó con más fuerza contra la pared, su respiración entrecortada.
T/n nunca nos dijo nada...
No solo había crecido con un dolor insoportable, sino que había llevado esa carga solo. No se lo había contado ni a ella, ni a Powder, ni a nadie.
¿Cuánto había sufrido en silencio?
Los recuerdos se agolparon en su mente.
T/n, con la mirada perdida cuando hablaban de familias. T/n, mirando con amargura a los edificios de Piltover. T/n, con esa ira contenida en cada pelea, en cada golpe.
Vi sintió un nudo en el estómago.
Siempre había sabido que T/n era un hombre peligroso, alguien con una sombra en el alma. Pero ahora entendía por qué.
No estaba luchando por una causa... estaba luchando por los fantasmas de su pasado.
Vi tragó saliva.
No sabía qué haría con esta información. No sabía si podía enfrentarlo ahora que conocía la verdad.
Pero algo sí sabía:
T/n ya no era solo su amor imposible desde que eran unos niños de Zaun.
Él era el eco de una tragedia.
Y ese eco estaba a punto de hacer temblar Piltover.
( ... )
Caitlyn sintió un escalofrío recorrerle la espalda. Una extraña sensación de ser observada.
Se giró lentamente y su mirada se encontró con la de Vi, quien estaba parada en la entrada de la sala, mirándola fijamente. Sus ojos reflejaban algo que Caitlyn no había visto antes en ella: conmoción.
Vi había escuchado todo.
Caitlyn desvió la mirada, sintiéndose repentinamente vulnerable. La historia que acababa de escuchar la había destrozado por dentro, y aún no sabía cómo procesarla.
- Caitlyn : Padre… —dijo con voz temblorosa—. Necesito… pensar en todo esto.
Tobias asintió con pesadez.
-Tobias : Tómate tu tiempo.
Caitlyn no esperó más. Sus pasos la llevaron fuera de la sala, con la respiración agitada, el corazón latiendo descontroladamente. Caminó por los pasillos de la mansión sin rumbo, hasta que finalmente se encontró con Vi.
Vi no dijo nada. Solo la miró, con los labios apretados y los puños cerrados.
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