¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Olivia lentamente iba abriendo sus ojos, se quería estirar un poco pero Franco todavía seguía abrazado a ella, como si hubiese dormido en esa posición toda la noche.
—Amor, quiero ir al baño... —le avisó en voz baja, moviéndolo suavemente.
Él en cambio solo hizo ruidos de reniego, dejando de abrazarla y haciéndose a un costado para que ella se pueda levantar. Olivia se levantó de la cama mientras bostezaba y salió de la pieza para ir al baño.
No tardó mucho en el baño, cuando salió vió a Valen con una sonrisa a punto de entrar.
—Buen día, Oli —dijo algo tímido—. Si querés estamos tomando mates con Lu, te digo porque capaz ya querés desayunar y el otro no se despierta.
—Buen día, Valen. Gracias por avisarme, ahora en un rato voy, seguramente.
Olivia sonrió y dejó que él pase al baño.
Soltó un suave suspiro, caminó de vuelta a la habitación de Franco y a penas abrió la puerta lo vió abrazado a la almohada, ocupando toda la cama. La ternura que le generó verlo dormido como un bebé hizo que sonría y solo se acerque para dejar un suave beso en su frente. Como no tenía espacio para acostarse y tampoco quería interrumpir su profundo sueño, decidió que iba a ir en ese momento a tomar mates con sus cuñados.
Cerró la puerta con cuidado y de a poco fue bajando la escalera. Con pasos lentos fue hasta la sala de estar y vió a Valen con Lucila tomando mates mientras miraban la tele.
—Buen díaaa —los saludó todavía un poco dormida.
—Buenas —respondieron los dos al mismo tiempo y soltando unas risas por su coordinación.
—Que raro que Fran se quedó allá, pensé que él también iba a tomar mate —dijo Lucila.
—No sabés cómo duerme, de pedo me dejó ir al baño...
—¿Cómo haces para dormir con él? Hay veces que hasta desde mí pieza escucho sus ronquidos —se quejó Valentin, cebando un mate y dejándoselo en la mesa a Olivia.
La colorada sonrió y se sentó en uno se los sillones chiquitos, agarró el mate y antes de contestar dió un sorbo.
—Me acostumbré por Facundo, él también roncaba como ni te imaginas, era infumable a veces —Olivia degustó el mate y miró a Valentin con algo de diversión en sus ojos—. Haces los mates igual a tu hermano, hasta la montañita.
—Le puse edulcorante nomás, igual.
—Mhm, pero no sé que tienen los mates de él que son tan ricos. Capaz ojo que sí es el edulcorante, ¿qué marca es?
—Es rara la marca igual —opinó Lucila, agarrando el paquete de edulcorante qué estaba al lado suyo—, Eri... Dios, nunca aprendí a leer esta mierda.
—Eritritol —continuó el otro, haciendo otro mate y dándoselo a su hermana.
—Bueno el que toma Facundo es medio feo.
—Vi que se van a casar, felicitaciones —comentó Lucila con una gran sonrisa.
—Que lindo. Esta rompepijas todo el día está diciendo que se quiere casar —Valentin seguía cebando mates mientras hablaba.
—La mayoría queremos, así que mejor no digo nada —soltó Olivia, acomodándose un poco en su asiento.
—¿Y vos con Fran cuándo? —pregunto él.
Olivia se quedó sin palabras por la pregunta de su cuñado, simplemente la tomó desprevenida y le sorprendió la confianza con la que habló, cuando hace tan solos unos minutos le daba vergüenza si quiera decirle buenos días. La colorada se sonrojó un poco y miró al piso, tratando de escapar de alguna forma de esa situación.
—¡Ay, Valentín! —lo retó la otra, pegándole suavemente en la nuca.
—¡Bueno, perdón! Como él siempre dice que ustedes en un futuro quieren casarse y tener hijos, qué se yo, se me ocurrió preguntar eso...
Ella se quedó helada, no sabía que decir, sentía como cada vez su cara se ponía más y más roja, así que solamente se tapó con las dos manos algo avergonzada y se rió para disimular sus nervios. Sabía que Franco siempre había tenido claro qué quería y que siempre lo recordaba, pero jamás pensó que todas esas ideas que quería para el futuro de los dos se las había dicho a sus hermanos.
—En algún momento todo eso sí, pero todavía no sé, somos muy jóvenes...
;
La mañana pasó así entre ellos tres, risas y conversaciones sobre diversos temas. Olivia se sentía feliz por eso, todos los nervios que sentía la noche pasada se habían desvanecido ahora que pasó la mañana con los hermanos de Franco.
Los tres estaban callados, mirando la tele y continuando la ronda de mates. Los papás de Franco ya se habían levantado también, habían saludado pero se fueron porque dijeron que tenían que comprar mercadería, así que el único que seguía durmiendo era Franco.
O eso pensaban los tres.
—Estuve dos horas como un estúpido abrazado a la almohada pensando que eras vos —dijo Franco con un tono de indignación mientras entraba a la sala de estar—, al final era verdad que me ibas a sacar el cuero con estos dos mugrosos.
—Ahora es nuestra —Lucila agarró la mano de Olivia y la agitó un poco mientras se reía.
—Ya no vamos a tomar más mates con vos, la vamos a traer a ella ahora que habla de temas más interesantes —acotó Valentín con una sonrisa.
—A mí solo me importa lo que ella diga —Franco se acercó y con una sonrisa le dió un beso suave a Olivia, acariciando un poco su cachete—. ¿O no que me prefería a mí en vez de a estos otros dos?
—Los prefiero a los tres —susurró ella con una mirada desafiante y una gran sonrisa.
—Eso es porque no te dejé lavar, ¿no?
—De eso ya hice justicia, así que no te preocupes...
Lucila se rió y en su celular empezó a buscar el vídeo que Olivia grabó de Franco pidiendo mimos porque "así se dormía mas rápido", a penas lo encontró se lo mostró.
Todos menos Franco empezaron a reírse, él solamente asintió con indignación y se sentó al lado de Olivia, dejando una mano encima de su muslo.
—Cuando tengamos hijos te vas a querer morir sabiendo que estos dos rompehuevos son los tíos.