No necesito ayuda, soy grande [ABDL]

El sol entraba por la ventana, poco a poco la conciencia se empezó a apoderar de mi. A mí lado pude sentir una respiración tranquila de un pequeño cuerpecito con el cabello blanco.

Ahí estaba Ciel con un chupón en los labios, succionandolo inconcientemente mientras su pecho subía y bajaba serenamente. Durmiendo plácidamente con las manos a los costados de su cabeza.

Con cuidado para no despertarlo me levanté lentamente y al sentarme en la cama, al otro lado de mi cama, ví a Alex, abrazando a Ciel, se veía demaciado lindo, parecíamos una familia de recién casados...Oh espera, estamos recién casados.

El cabello de Alex estaba muy alborotado, y con justas razones. Ayer hicimos hasta lo imposible para que Ciel conciliará el sueño. Casi nos rompe los tímpanos cuando en medio de la noche se ponia a llorar, estoy agradecido con Alan por habernos ayudado la mayoría de las veces.

Me dirigí con mucha pereza hacia la cocina, nesesitaba comida para que mi cerebro empezará a funcionar. En la cocina, estaba Alan, tomando una taza de chocolate con queso. Muy probablemente que me haya robado de mi nevera.

-Buenos días, bella durmiente- Me saludo, con el cabello hecho un desastre, recordándome que el cabello rizado de Alan era rizado por las mañanas (dónde oarece un león).

-Buenos dias- Dije medio dormido, sacando las cosas para prepararme algo rápido y de paso tener listo el biberón de Ciel.

-¿Pudiste dormir algo?- Me preguntó, revisando unas cosas en su celular, aún sonmoliento.

-No- Dije con sinceridad mientras me cocinaba unos huevos, de pasos unos para Alex. -Nesesitaré 1 semana entera de hibernación para recuperar esta noche-

-Bienvenido a la paternidad- Se rió -Y eso que a comparación de Dilan, Ciel estuvo tranquilo. No pude ir a entrenar por un mes después de esto- Me miró como si estuviera recordando viejos tiempos, estoy seguro que si ese man le dieran a elegir volver a repetirlo, con tal de estar con Dilan lo haría.

-Hablando de entrenar, ¿Hoy vamos verdad?- Bostecé.

-Si, no puedes seguir faltando, aunque sea 2 horas tienes que ir- Se recostó en el mesón -Por cierto, Javier me escribió, me  dijo que recuerdes usar protección, no sea que resultes ser el Omega que se embaraza- Se burlo el muy desgraciado, es muy temprano para sus pendejadas.

-Ja ja, que chistoso, aunque ojalá ser un Omega, imagínate que un alfa millonario me mantenga- Me reí de solo pensarlo, mientras batía lentamente el biberón que le daría a Ciel -Aunque lo que no me gustaría seriá lo de los 47 centímetros- Me enogí de hombros sonriendo -No creo poder soportar tanto-

-El que no es zorra no devora, Matt, hay que aprender a aguantar. Yo le aguantaría cualquier tamaño con tal de que me mantenga- Me dijo con total seguridad, creo que debería empezar a preocuparme por que cosas lee Alan.

-Que puta eres- Lo mire con falso asco.

-A mi no me la metieron ayer- ¡¿Que dijo?! Cabaste tu tumba Alan Anderson.

-¡Que no me la metieron!- Le lance una cuchara. A esto recibí una queja, eso se gana por andar especulando, yo no soy el de abajo, no, lo de ayer fue un accidente. A la próxima yo ganaré, y además, lo de ayer no cuenta, no logramos hacer nada...lastimosamente.

-Lo que digas- Me miró feo, sobándose la cabeza. Empezando a levantarse -Bueno, yo acá me despido- Me dijo, poniendo el pocillo que utilizo en el lavaplatos, seguramente para que yo lo lave.

-¿Y tu a donde vas?- Lo mire feo al ver cómo descaradamente se empezaba a alejar sin lavar nada. El solo me sonrió con descaro.

-Aunque me gusta mucho tu casa, tengo un niño que cuidar y conociendolo, no dejo dormir a mi madre en toda la noche, así que debe estar como el mismo diablo por no dormir bien y no quiero arriesgarme a que se desate la guerra de Troya- Se encogió de hombros -Ademas, aunque no me guste, tengo que ir a castigarlo tambien-