Había pasado un año desde nuestra misión. El entrenamiento con Sanemi no se detenía. Siempre me llevaba al límite, buscando sacarme lo mejor, y a veces, lo peor de mí. Pero esa era la única forma de mejorar, de estar lista para enfrentar lo que fuera que viniera. La lucha contra los demonios no era algo que se resolviera solo con fuerza, sino con estrategia, con perseverancia.
Un día, después de una dura sesión de entrenamiento, cuando el viento comenzaba a enfriarse por la tarde, un cuervo negro apareció, volando alto en el cielo, con un mensaje atado a su pata. Era un cuervo mensajero, el tipo de ave que usábamos para recibir instrucciones o información durante las misiones. Sanemi se detuvo en seco al verlo, reconociendo al mensajero.
— ¡Natsume! — llamó mientras señalaba al cuervo. — Veamos qué hay.
No era inusual recibir mensajes, pero el que este cuervo se acercara tan directamente significaba que algo urgente estaba por suceder. Sanemi no mostraba ni una pizca de emoción mientras el cuervo aterrizaba en su hombro. Sin embargo, yo, al ser más nueva en la lucha contra los demonios, no podía evitar sentir una chispa de intriga. Las misiones no se tomaban a la ligera. Podía ser una alerta o algo importante.
Con la rapidez que lo hacía siempre, Sanemi tomó el mensaje del cuervo. Lo abrió y lo leyó en silencio, sus ojos escaneando las palabras con atención. Pasaron unos segundos antes de que hablara.
— Tenemos que partir de inmediato. Hay un nuevo grupo de demonios causando caos en una aldea cercana. Es una misión de alto riesgo.
Mi corazón dio un pequeño vuelco. Aunque ya había luchado en varias misiones, siempre había algo especial en la primera misión importante después de tanto entrenamiento. Mis piernas se tensaron y la adrenalina comenzó a recorrer mi cuerpo.
— ¿Es lejos? — pregunté, intentando mantener la calma. Aunque no me importaba la distancia, quería estar lista para lo que fuera.
— A unas pocas horas a pie — respondió Sanemi, sin mostrar signos de fatiga. — Pero no habrá descanso. Necesitamos llegar rápido.
Asentí y me preparé rápidamente. No quería perder ni un segundo. Antes de partir, volví a mirar al cuervo que seguía posado sobre el hombro de Sanemi. Parecía que el ave había cumplido su propósito y pronto se iría a entregar otro mensaje a quien fuera necesario.
Sanemi y yo comenzamos nuestro viaje hacia la aldea. Mientras caminábamos, no pude evitar pensar en cómo todo había cambiado en este último año. Mi control sobre la respiración del viento había crecido, pero, sobre todo, mi fuerza interior había aumentado. Ya no era la chica que había conocido a Sanemi hace dos años. Ahora, estaba más cerca de ser una cazadora de demonios a la altura de las circunstancias.
El viento soplaba con fuerza, y a medida que nos acercábamos a la aldea, la sensación de peligro se volvía más palpable. El aire estaba cargado con la presencia de los demonios, y mis sentidos se agudizaron. Podía sentir la energía oscura que se cernía sobre nosotros.
— Natsume, mantén tus sentidos alerta. — La voz de Sanemi me sacó de mis pensamientos. — Estos demonios no son como los que hemos enfrentado antes.
Mi respiración se aceleró, pero no de miedo, sino de anticipación. Estaba lista. Aunque no sabía qué tan difícil sería la misión, lo único que importaba era que la cumpliera, y si los demonios caían ante nosotros, era porque yo era lo suficientemente fuerte para luchar.
Sanemi se adelantó, y yo lo seguí de cerca, sin perder detalle de lo que sucedía a nuestro alrededor. Los cuervos, siempre llevando mensajes, siempre siendo los ojos que veían más allá de nosotros, seguían vigilantes en las sombras.
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La maldición de quererte | ????? ??????
FanfictionEn un mundo asolado por demonios, Natsume lucha por la justicia sin saber que el destino la unirá a Obanai Iguro. Entre batallas, sacrificios y sentimientos ocultos, ambos descubrirán que algunas promesas trascienden el tiempo. ?FICCI?N?
