Dexian ? KookV.

?c.-002

Temeroso, Hyeongjun se acercó casi con timidez.

"¿Creéis que hablará nuestro mismo idioma?"

"¿El nuestro o el tuyo?"

"Es el mismo."

"Pues no sabría qué decirte..." Joowan se encogió de hombros, oyéndole bufar.

"¿Y entonces para qué respondes?"

Jungkook, mareado, aún más aturdido (si era posible) y sin saber dónde demonios estaba, comenzó a sentirse molesto cuando esos zumbidos se volvieron más constantes y repetitivos colándose en sus oídos cual sonido infernal. Entrecerró los ojos, removiéndose con notable dificultad. Un quejido involuntario abandonó sus labios.

"Eh, chicos, silencio... Parece que intenta decir algo." El pelirosa inmediatamente señaló, atento a todos y cada uno de sus torpes movimientos.

Los demás prestaron la misma atención, maravillados, como si estuvieran viendo el nacimiento de cualquier animal exótico al que nunca habían tenido la oportunidad de ver de cerca. Más o menos como lo que realmente estaba sucediendo, solo que sin ningún nacimiento ni ser vivo exótico, sólo un gigante que les había aterrizado encima repentinamente.

"¿Va a hablar?"

"¿Qué creéis que será lo primero que dirá?"

"Choi San, para terminar de joderle el día a Wooyoung."

Una risita sonó.

"¡Y sigue!" Furioso, el recientemente mencionado miró a su amigo, fulminándole. "Joowan, vuelves a mencionarlo y le pido a este gigante que te aterrice encima tantas veces hasta que consiga aplastarte."

"Tampoco es como si necesitara muchos intentos, ¿has visto ese tamaño? Sólo un dedo de esta criatura te convierte en sirope de hada."

El par de gemelos emitieron sonidos estrangulados, como si fuesen a vomitar.

"Puaj, qué asco..."

"Eso es asqueroso, Yim..."

"Pero cierto." Señaló este, en defensa propia.

TaeHyung, que era incapaz de apartar sus ojos de él, dio varias vueltas a su alrededor para no perderse ningún detalle, aparentemente encantado con aquella cosa que casi terminaba trágicamente con su vida. Con su pobre, corta y desafortunada vida.

"Me preguntó de dónde vendrá..." Se cuestionaba, dando vuelta tras vuelta para observar sus facciones de cerca. "¿Será de un reino cercano? ¿Un sitio dónde nunca hemos estado?"

Y es que no podía evitarlo. No podía dejar de enfocarse en los pequeños detalles. Tenía el cabello negro azabache, con mechones muy finos de color rojo, ojos grandes, oscuros, orejas redondas y pequeñas, pero rigurosamente decoradas por abalorios circulares y en forma de media luna, al igual que la esquina de su labio inferior y su ceja izquierda. Además de eso, también contaba con algunas marcas de tinta negra que se asomaban por debajo de la ropa rasguñada que llevaba puesta. Jamás había visto algo igual.

"Eso no es que sea muy difícil, ninguno de nosotros hemos salido de Idexium(*) o siquiera de Ae-Dexian-Thee(*) en nuestras vidas." Les terminaba de recordar Yim. "Puede ser de cualquier parte del mundo."

"¿Y cuál será su especie? Estoy intrigado."

Un gruñido sonó esta vez.

"Me da que él está molesto..." Señalaba Jimin, mirando al dueño de tal graznido con horror.

"¿Qué-"

"¡Cuidado!"

Antes incluso de que cualquiera de los presentes (menos el gigante) pudiese abrir la boca y pronunciar palabra alguna, una mano grande —inmensa, más bien—, prácticamente voladora y que le pertenecía a alguien sumamente molesto, dio dos manotazos al aire y mandó a todos y cada uno de los dexianees a volar. Literalmente.