Dexian ? KookV.

?c.-031

Ambos fueron tras él sin entender lo que sucedía, siguiéndole de cerca. Cruzó varios árboles, moviendo el hocico constantemente y parándose únicamente para olisquear por los rincones, entre los matorrales y seguir adelante como si nada. TaeHyung y Jungkook no comprendían nada en absoluto, mas no hicieron comentarios al respecto, limitándose a seguirle. Hasta que el cerdito se detuvo bajo la copa ensanchada de una acacia, emitiendo pequeños chillidos y moviendo su cola desesperadamente.

"¿Qué pasa? ¿Qué buscas aquí?" TaeHyung, preocupado y lleno de angustia, sostuvo como pudo la cabeza de su mascota, mirándole. Moai-lee movió las patitas delanteras hacia delante, escarbando en la tierra torpemente. "¿Hay algo que te inquiete?"

Jungkook, que se había movido por los alrededores para investigar por cuenta propia, apareció tras la hierba alta.

"Aquí, lo he encontrado, TaeHyung. Ven." De inmediato le hizo saber.

Sin dudarlo, el pelirosa avanzó hacia él, jalando de las monturas de Maoi-lee para no dejarle atrás y alcanzando a Jungkook lo más rápido que sus piernas inexpertas le permitieron. Finalmente, cruzaron la hierba alta hasta llegar a la parte trasera de aquella acacia, hallando lo que parecía ser un cerdito (que era considerablemente más pequeño que Maoi-lee e incluso lo suficiente para caber en sus manos) tirado en el suelo, sollozando ante la herida que presentaba una de sus patitas.

El corazón de TaeHyung se detuvo, acercándose sin pensarlo demasiado.

"Oh, pequeño, ¿qué te ha pasado...?" Le susurró, arrodillándose junto al animal herido. El cerdito se acurrucó junto a él, buscando su tacto que no tardó en llegar. Acarició su cabeza suavemente, sintiendo como las lágrimas amenazaban con salir. "¿Te has hecho daño? ¿Te duele mucho?"

Aquel cerdito lloriqueó más fuerte. Maoi-lee llegó junto a él, empujándolo con su nariz para que no rozara el suelo con la extremidad dañada. TaeHyung besó su lomo en agradecimiento.

"Bien hecho, mi vida, bien hecho." Luego, se dirigió al más pequeño, cuyos ojos brillantes se encontraban fijos en él. Ya no lloraba, respirando entre pequeños suspiros. "No te preocupes, ¿de acuerdo? Trataremos de ayudarte."

"Eh... Mosquito..."

"Jungkook, rápido, ven y saca de la mochila un poco de agua, voy a intentar limpiarle la herida."

El azabache tosió, y el sonido que su garganta hizo sonó como si estuviera siendo estrangulado. "TaeHyung..."

Extrañado debido a eso, TaeHyung se giró hacia él, inmediatamente sintiendo como algo filoso presionaba su abdomen sin previo aviso. Una lanza. Tras esta, un señor de avanzada edad, cabello blanco y negro y expresión amenazante, se encontraba. Jadeó, viendo como otro hombre se encontraba sosteniendo a Jungkook desde atrás, empujando un cuchillo hacia su cuello.

Sin duda alguna, lo que hizo a TaeHyung sudar frio no fue el hecho de tener una lanza contra su estómago, tampoco que alguien estuviera amenazando a Jungkook con cortarle el cuello. Ni siquiera la probabilidad de que ambos pudieran morir allí; sino la cantidad de hombres y mujeres que le rodeaban, apuntándolos con lanzas filosas.

"¿Q-Qué?"

"¡Intrusos!" Gritó aquel que le miraba fijamente, con la mandíbula tensa. "¡Acabad con ellos!"

"No fastidies..."

Jungkook emitió un jadeo, demasiado petrificado por la situación como para hacer algo. Sólo podía sentir el golpeteo incesante de su propio corazón, acelerándose ante la imagen de TaeHyung siendo apuntado con un arma.

"Intrusos." Repitió quien parecía ser el líder de aquella tribu. La misma tribu que tenía al mosquito rosa totalmente despreocupado algunas horas antes. Mira por dónde... "Acabad con ellos."