Dexian ? KookV.

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"Ow... Eso es terrorífico, Jungkook... ¿Por qué alguien haría eso?"

"Porque era un monstruo y yo un tipo ingenuo convencido de que podría burlar su suerte. Por supuesto, no salió como esperaba." Casi bromeó, sonriendo con lástima de sí mismo.

"Vaya... ¿Y qué te pasó?"

"Aterricé en un mundo diferente al mío. Muy diferente. Ae-Dexian-Thee, para ser exacto. Y más concretamente, lo hice sobre TaeHyung." Señalando al susodicho, quien yacía durmiendo sobre él. La mujer jadeó. "Caí desde el cielo sobre un campo de cultivos donde esta pobre criatura y sus amigos se encontraban, por fortuna nadie salió herido. Solo yo."

"Qué miedo, chiquillo..."

Él asintió. "Bastante, sí."

"Imagino que debió ser aterrador tanto para ti como para ellos." Murmuraba, viéndose consternada hasta que le escuchó emitir un sonidito afirmativo. "No me malinterpretes, sigues siendo un chico encantador independientemente de cuánto midas o cuál sea tu especie, pero como un dexian que mide nueve centímetros, imaginar que alguien gigante cae del cielo sobre mí..."

Jungkook dejó escapar una risita, pues la mujer incluso parecía angustiada, como si creyera que estaba ofendiéndole con su explicación casi forzada. Él negó, restándole importancia.

"Lo entiendo a la perfección, señora Dong, no se preocupe." Reía, no queriendo que se sintiera culpable. "Y sí, claro que fue horrible por ambas partes. A ellos casi los aplasto y yo aterricé en un mundo que ni siquiera se asemejaba al mío, todos nos sentíamos desconcertados."

"¿Y qué hicieron contigo?"

"Cuidarme. Se aseguraron de ponerme a salvo cuando perdí la consciencia y me llevaron a un sitio seguro, el taller de TaeHyung." Volvió a señalar al pelirosa. "Permanecí allí durante varias semanas, atrapado, confundido... No sabíamos qué hacer. Ni ellos ni yo. Sin embargo, cuando conocieron mi historia, prometieron ayudarme a encontrar la forma de volver a casa, pero no podían hacer nada siendo ese mi tamaño. No podía salir de allí sin causar un caos en la ciudad y tampoco lograría nada estancado en ese taller."

"Así que menguaste... Hablando mal y rápido."

De nuevo, Jungkook asintió. "Eso fue justo lo que hice, sí. Gracias a una pócima que me hizo sufrir durante semanas, o más bien, meses, ahora soy así."

El ceño de la mujer permaneció fruncido, como si se encontrase adolorida.

"¿No fue doloroso?"

"Fue horrible." Afirmó, poniéndose de los nervios sólo al rememorarlo. "Necesité una infinidad de calmantes, hierbas medicinales que me dejasen prácticamente inconsciente y un sinfín de cuidados."

Lamentándose de una realidad ajena, ella suspiró, frotando sus brazos en busca de hacerle sentir reconfortado. Era tan empática como TaeHyung y tenía esa mirada en los ojos que Hyeongjun y Woongki solían darle, justo antes de ponerse a llorar como dos bebés.

Sí que los echaba de menos, sí... Y ni siquiera se había ido definitivamente.

"Debiste de pasarlo muy, muy mal, mi niño. Lo siento mucho..."

Jungkook tan sólo sonrió, moviendo su cabeza en señal de asentimiento. No iba a negarlo. Preferiría morir antes de pasar por algo como eso una segunda vez, pero ni siquiera tenía espacio en su corazón para arrepentirse. No cuando ese fue el momento de su vida donde más arropado se sentía. Acompañado, rodeado de gente que, incluso sin conocerlo, estaban dispuestos a darle lo mejor de sí mismos y sin esperar nada a cambio.

"Por suerte di con las personas correctas en el momento que más lo necesitaba..."

"Estuviste muy bien acompañado, asumo."