Dexian ? KookV.

?c.-080

"Es normal, cualquiera se sentiría así en tu lugar." Sin dejar de frotarle la espalda murmuró, no pudiendo evitar la impotencia que albergaba en él al no ser capaz de consolarlo como quería. "Pero no estás solo en esto, ¿de acuerdo? Nosotros estamos aquí y no vamos a dejar que pienses en ello ni por un segundo."

Sólo aquellas palabras fueron suficientes para hacerle esbozar una sonrisa. "Eso es un alivio, gracias."

Joowan le devolvió la sonrisa al instante, pegando su frente a la impropia.

"Todo saldrá bien, ¿vale? Pasará pronto."

"Vale..." Murmuró, decidiendo que creería en ello aún cuando ni escuchándolo de si propia boca sonaba creíble. "Volvamos con los demás, anda, o Wooyoung terminará comiéndose a los mellizos como desayuno."

"Será lo mejor, sí." Dejando escapar una carcajada, asintió, caminando junto a él.

Llegaron donde el resto se encontraba, sentados bajo un cerezo que lentamente florecía, esperando por los últimos ingredientes del desayuno que TaeHyung llevaba consigo. Los ojos de Jungkook fueron inmediatamente hacia él, notando que había algo mal con el pelirosa sólo con verlo.

"Ya estamos aquí..." Anunciaba Joowan, tomando asiento junto a Wooyoung. "¿Todavía no ha llegado el doctor Choi?"

"Asumo que llegará dentro de poco. Anoche vino a casa y cuando mencioné que nos juntaríamos todos para desayunar prometió venir lo antes posible, así que no creo que tarde mucho."

"Ya veo..."

Dejando escapar un pequeño suspiro, TaeHyung tomó asiento junto a Jungkook, con cuidado de no lastimar —una vez más— sus alas severamente magulladas —de nuevo—. El azabache le ayudó, posando una mano en su espalda baja y obteniendo su dulce sonrisita como agradecimiento. Jungkook ni siquiera podía evitar ser carcomido por la preocupación que le invadía solo estando cerca de él.

Podía fingir que todo estaba bien y apenas notaba los bajos ánimos del pelirosa. Definitivamente podía hacerlo, pues sabía que eso era lo que TaeHyung quería. No hacer las cosas difíciles, impedir que sus últimos días juntos fueran tristes, rodeados de un aura gris. Pero al mismo tiempo, la inquietud de no poder hacer nada para cambiar cómo este se sentía al respecto lo estaba matando.

"¿Va todo bien?" Susurró de modo que solo él pudiera oírle, aprovechando la cercanía para acariciar su espalda.

"Claro, todo genial, ¿por qué lo preguntas?"

"Te noto apagado... Incluso me ha parecido ver a Joowan dándote ánimos antes."

Dejando escapar una risita, TaeHyung meneó la cabeza. "Oh, no, no, nada de eso." Se apresuró a decir, aún cuando era cierto. "El único racimo de uvas que quedaba eran de las rojas y a mí me gustan las verdes, así que me he quedado sin ellas cuando tenía bastante antojo. Sólo era eso."

"¿En serio?"

"Sí, claro." Insistió, esbozando una sonrisa que ni siquiera iluminaba sus ojos. "Sabes que soy un gran amante de las uvas y mínimo tengo que comer tres racimos por semana... Me entristece no llevar ni uno sólo cuando estamos a jueves."

Jungkook torció el gesto, apiadándose de él. "Ow, pobrecito..."

Siguiendo su propio guio, este acentuó un puchero, ocasionando que el azabache lo apretase fuerte entre sus brazos.

"No te preocupes, ¿vale? Mañana temprano vendré aquí y me asegurare de llevarme tantos racimos de uva como pueda. Vas a poder comerte mínimo uno al día, ya lo verás." Le prometió, ocasionando que su corazón se acelerara violentamente.